La moda ha tenido históricamente una fama de banal y poco profunda. Esta fama nos ha llevado a encontrarnos con marcas y
proyectos creativos que pueden tener una propuesta de diseño rica e interesante pero nada más que eso.

Hoy en día nos encontramos en un entorno cambiante y volátil lo cual ha hecho que las tendencias y la moda cambien con mayor
velocidad que nunca antes, y que la fascinación que sentimos por un diseño o un color sea igual de efímera a lo que dura “de moda”.

Pero entonces ¿Cómo logramos conectarnos con nuestros clientes? y ¿Cómo hacemos para dejar huella?

Es aquí donde el propósito juega un rol fundamental en la creación de valor y en la promesa de cambio. Las marcas hoy en día deben
entender que más allá de las estéticas y la belleza de un diseño o una silueta, la moda tiene gran importancia en nuestras vidas:
Primero: Suple la necesidad básica de abrigo del ser humano.
Segundo: Comunica, desde quienes somos (o queremos ser) hasta nuestro estado de ánimo.
Tercero: Más allá de las prendas y de la manifestación artística; es una de las industrias más grandes del planeta, genera millones
de empleos y se caracteriza por mover mercados completos.

Tres factores que sí se contemplan desde la perspectiva del propósito se conectan de manera perfecta, contemplan a los consumidores
desde una postura más cercana y activa sobre cómo vivimos e interactuamos con la moda.

Cómo asesora de marcas y consultora en mi experiencia me he dado cuenta que las marcas que se comprometen con su propósito y que
además buscan el cambio son aquellas marca que lograr un conexión con sus consumidores a un nivel mucho más profundo.
Esta conexión no solo es idónea para los negocios en términos de fidelización sino que además generan emociones de gratitud, compromiso y paz mental.

Las marcas que son fieles a su propósito y que lo tienen definido y declarado como parte de su estrategia corporativa son empresas que
encuentran caminos nuevos para existir, que se comprometen con el impacto y que están dispuestas a adaptarse a las condiciones
volátiles del mercado contase de seguir persiguiendo su meta, todo esto al final asegurando la longevidad de esta marca
en el mercado pero también en la mente de los consumidores.

Las marcas y los diseñadores tienen el poder de cambiar la realidad, desde como nos vemos y los demás nos perciben hasta cómo con su
actividad de negocio logran cambio. Por qué la moda además de estar de moda, es un negocio y en nuestra era los negocios tienen
el poder lograr impacto social, económico y cultural de forma sostenible y por largo rato.

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